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No Sabemos AMAR

Ayer pensaba que sabía amar pero estaba equivocado
Creía que porque había experimentado el sentimiento del amor, eso ya me calificaba como alguien que sabe amar, pero nada más alejado de la realidad.
La primera vez que subí a un helicóptero fue increíble, ver la ciudad desde las alturas, escuchar el sonido de las hélices tan cerca, el sentir en mi estómago la sensación cuando va subiendo son todas emociones que no tienen comparación, sin embargo, a pesar de todo eso yo no tenía el control era el piloto quien tenía el poder y dominio sobre el aparato.

Así es el amor, podemos sentirlo, experimentarlo de diferentes formas, pero eso no quiere decir que tenemos el control sobre él y eso es peligroso.

El amor es uno de los sentimientos más poderosos que hay y si no aprendemos a controlarlo nos puede arruinar la vida.

Un sentimiento que escapa de nuestro control se puede convertir en una obsesión que nos lleva a tomar malas decisiones, a volvernos dependientes de otras personas, a mendigar el cariño y el afecto de otras personas.

Amar no solo se trata de experimentar un sentimiento, también tiene que ver con aprender a gestionarlo, dominarlo de tal manera que no nos lleva a tomar decisiones que perjudican nuestra vida y aun nuestra salud.

Tiene que ver con saber que todos podemos amar, pero que por más honesto y sincero que sea ese amor es imperfecto, con errores y defectos y muy propenso a fallar y decepcionar.

Por más enamorado que estés recuerda que el amor que das y el que recibes está plagado de debilidades y limitantes, que el amor perfecto jamás lo encontraras en el ser humano y sobre todo que la fuente principal de afecto y cariño no debe venir de un ser humano con iguales o peores defectos que los tuyos.

Que el amor que nos sacia completamente solo puede venir de Jesús de Nazareth.
Un fuerte abrazo
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